Hola Hospitalarios:

En el 2013, la Iglesia celebra el Año de la Fe, que fue inaugurado por el Papa Benedicto XVI el pasado día 11 de Octubre de 2012 coincidiendo con el cincuentenario del Concilio Vaticano II. Los Santuarios de Lourdes recogen el mensaje del Santo Padre y proponen como Tema Pastoral para este año: “Lourdes, una Puerta para la Fe”, donde en cinco momentos nos ayudan a profundizar en nuestra búsqueda de la Fe.

Desde la Hospitalidad de Murcia queremos compartir con todos los Hospitalarios y amigos algunas notas básicas para comprender y vivir este año intensamente. Para ello, durante diez publicaciones, y en pequeñas dosis para que nos permita reflexionar cada día, haremos un acercamiento al documento que los Santuarios de Lourdes nos proponen a nivel pastoral, y lo iremos intercalando con otros documentos breves como la carta de presentación del Año Pastoral de nuestro Obispo D. José Manuel Lorca Planes a la Diócesis o cómo obtener las indulgencias plenarias durante todo el Año de la Fe.

Cada semana, en función de que hayan más o menos noticias de la Hospitalidad (ya entramos en el mes de Febrero), iremos subiendo una o dos entregas. Esperamos que os resulten útiles de cara a nuestra continua preparación para la Peregrinación a Lourdes 2013, donde, más que nunca, debemos ser Puerta para la Fe de aquellos que la hayan perdido.

Os dejamos con la introducción del P. Régis-Marie de La Teyssonnière sobre el Tema Pastoral del año, que como hemos comentado, lo han dividido en cinco apartados que iremos publicando:

“Probablemente estamos bautizados. Pero ¿qué sabemos de nuestro bautismo, de la fecha, del lugar? ¿Cómo se llama el que nos bautizó, el padrino, la madrina? ¿Tenemos quizás algún recuerdo de ese día: una medalla, una estampa, una fotografía?

Si tenemos ocasión de asistir al bautizo de un niño, oímos que el celebrante se dirige a los padres preguntándoles: “¿Qué pedís para este niño?” Si los padres quieren que su hijo sea realmente bautizado, tienen opción entre dos respuestas equivalentes: “El bautismo” o bien “la Fe”. El bautismo, es lógico. Pero ¿por qué pedir la Fe y no el bautismo? Porque, por el bautismo, recibimos la Fe. Así pues, si hemos recibido la Fe, es que estamos bautizados.

La Fe es un don de Dios. Un regalo que recibimos. Un don que, desde el momento del bautismo,  constituye la relación con Dios. Ahora bien, este regalo está llamado a crecer para que estemos más cerca de Dios, más íntimos del Señor, ¿Cómo es eso? ¡Creyendo! En efecto, creyendo es como se fortalece nuestra fe y como se profundiza y se intensifica nuestra relación con Dios.

Creer por tanto es una actitud activa. Así pues, desde que entramos en el modo de la fe hemos  franqueado una puerta que se abre en nuestra existencia y por esta puerta, hemos entrado en otro mundo, en una manera distinta de vivir, en el mundo de Dios.

El Evangelio nos muestra a un hombre que presenta su hijo atormentado a Jesús, diciéndole: “Si algo puedes, ten lástima de nosotros y ayúdanos”. Jesús replicó: «¿Si puedo? Todo es posible al que tiene Fe». Entonces el padre del muchacho gritó: “Creo, pero dudo, ayuda mi falta de Fe». (Mc 9, 22-24)”

Oración

Señor, yo también creo pero ayuda mi poca Fe. Te lo pido por intercesión de Nuestra Señora de Lourdes, que es dichosa porque ha creído: Ayúdame a entrar por la puerta de la fe que has abierto para mí.

Fuente: Sanctuaires Notre Dame de Lourdes

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