En cuestión de unas horas arranca la Peregrinación Diocesana a Lourdes 2015 con la salida de los primeros autobuses hacia Francia. Con este hecho se pone en marcha una de las realidades más esperadas de la Diócesis de Cartagena cada año, que cumple su edición número cuarenta y siete.

Atrás quedan todos los preparativos, las maletas, los uniformes, camisas de rayas ellos y la cofia bien planchada de ellas. La insignia y el libro de servicios, repasado una y otra vez para saber cuáles son nuestras obligaciones a las que voluntariamente nos hemos comprometido. Atrás quedan los días de la cuenta atrás, las reuniones en las delegaciones, los Rosarios, las visitas de enfermos. Atrás quedan las Convivencias de este curso en las que hemos podido disfrutar de la Hospitalidad de nuestros compañeros que nos han acogido en sus pueblos.

También quedan atrás nuestros preparativos espirituales: en ponernos en manos de la Virgen, en su advocación de Lourdes, para servir a los enfermos y para vivir esta Peregrinación plenamente.

Por delante, por descubrir: cuatro días intensos, recorriendo el encuentro con Jesús Eucaristía en un marco de paz y fraternidad. Todos esperamos el encuentro con el Santísimo, el recogimiento de la Hora Santa. En especial, nuestros hermanos enfermos esperan recibir la Unción para una vez recibida dar Gracias al Señor por la fortaleza recibida.

Por delante queda vivir esta Peregrinación con la esperanza de volver reconfortados en la Fe, y como el lema del año reza, con la «Alegría de la Misión», de traer esa misión evangelizadora a nuestra vida diaria.

Por delante queda hacer realidad el canto que vamos a repetir una y otra vez, en unión con el V Centenario del Nacimiento de Santa Teresa de Ávila: «El Señor no mira tanto la grandeza de las obras, sino el Amor con que se hace».

Sólo queda poner todo nuestro Amor en esta Peregrinación: en el servicio con el enfermo, en el contacto con nuestros compañeros, en los actos que vamos a celebrar. Y si por un motivo u otro te has tenido que quedar físicamente en Murcia, tu servicio es el de la oración durante estos días por los frutos de la Peregrinación.

Disfrutemos, estamos de Peregrinación Diocesana.

Amar, Dar, Servir y Olvidarse.

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